Como el amante no correspondido de la Bazán, como aquél obligado por la pasión más tirana, como el arrogante invencible al que le arrebataron aquél rojo talle, como Antonio Machado sin el amor de su Leonor…
Una canción de Pau Donés, de aquel Jarabe de Palo, “¿Y ahora qué hacemos?” dice, “si no quieres que te quiera, si ya no sientes nada, …”.
Y es que, como el poema de Bécquer más triste, como el dolor del melancólico romántico, Sildavia es un amor no correspondido.
“Tú eres el océano y yo la enhiesta roca que firme, aguarda su vaivén…, ¡no pudo ser!”.
Porque solo quiero beber de tus azules, pasear por tus bosques, vagar por el azar de tu belleza y tú, orgullosa y carcomida, solo quieres mi ausencia, distancia de miseria y penitencia.
F.N.
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